dissabte, 4 d’agost del 2012

NOVELA
























ESPLENDOR Y DECADENCIA





LOS GREIS

UNA EMPRESA FAMILIAR



















Tomas J. Analper







PROLOGO

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Esta es una historia en parte realidad, en parte ficción, que no tiene otra pretensión que la de descargar a su autor de un peso importante que tenía sobre sus espaldas desde que, por distintos motivos, dejó de prestar sus servicios en la industria privada, para dedicarse a su gran afición que es la de poder disponer del tiempo suficiente para escribir.

El hecho de encontrarse por primera vez cesante, en el paro, haciendo gestiones para el cobro de las subvenciones o mensualidades por estar sin trabajo, las largas colas para cualquier trámite le dejaron una huella bastante profunda, que se intuye y adivina a lo largo de toda la historia.

Es difícil reconocer que, de golpe, has dejado de estar en la cima y has pasado a ser, solamente un número, un parado más de los muchos que se encuentran hoy día en esta situación. Has dejado de tratar a ejecutivos, a altos funcionarios, políticos, ministros, empresarios, etc. y te encuentras en medio de la selva, de la jungla ciudadana y no estás entrenado para moverte en ella desde esa posición.

Quien no haya vivido esta experiencia no puede saber de lo que estoy hablando. Es una experiencia muy dura. En muchos momentos estuve a punto de arrojarlo todo por la borda y abandonar, buscar cualquier tipo de trabajo y seguir como siempre, donde estaba,  de donde, según algunos, no debía de haber salido jamás.

Pero hoy me alegro de no haber hecho caso de esos cantos de sirena y haberme dedicado a lo que me gusta, por primera vez en mi vida, hacía y hago, realmente, lo que me gusta y fruto de ello esta historia, hasta cierto punto algo biográfica, en cuanto a las situaciones, pero nunca en cuanto a los personajes que son fruto de la imaginación

A pesar de que, tal vez algunos de los personajes de la ficción puedan establecer algún tipo de parecido con personas reales e incluso con amigos del autor, ello no representa, en absoluto, una descripción de personas, actitudes, filosofías, etc. de ninguna persona en particular, aunque, sí es cierto, que en conjunto, intento describir el clímax en el que me desenvolví durante muchos años de mi vida y que son, en algunos momentos, casi como están esbozados en este libro.





En cierta forma debería decir como el poeta:

                                En este mundo traidor

                                        nada es verdad ni es mentira

                                        todo es según el color,

                                        del cristal con que se mira

                                                                     (Góngora)



No quiero que esta historia pueda ser interpretada como un juicio a mis personajes, hay que tener en cuenta que no son más que eso, personajes de ficción, producto de la imaginación y partes necesarias, imprescindibles, como decorado del ambiente que se trata de representar.

Dicho esto, amigo y creo que paciente lector, le dejo con la historia de la familia de los Greis, que tiene sus momentos duros, sus momentos dramáticos, y también, como no, sus momentos de felicidad e incluso alguna pincelada de humor. No dejan de ser unas páginas que intentan describir una época en una de tantas empresas de nuestro país, felizmente superada y que es difícil pueda volver. Las condiciones en que se desenvolvieron eran fruto de la especial situación en que se desarrollaba la economía y el entorno social en plena Dictadura  y, por lo tanto, en una situación de  inicio de recuperación económica, se han iniciado unas tímidas aperturas de fronteras, una cierta relajación en la represión política, y,  en fin en un inicio de mejora social en la que había una cierta necesidad de aparentar ser algo más que el vecino y por lo que  todo lo que se fabricara era vendible ya que apenas existía competencia y donde no se respetaba demasiado al obrero ya que no existían demasiadas leyes sociales y sí unos gerifaltes que mandaban  demasiado y normalmente de forma injusta, lo que favorecía en gran  manera el desarrollo de grandes fortunas a costa de los bajos salarios y las deficientes prestaciones sociales.

Y no olvido, para cerrar este prólogo las palabras de  Calderón de la Barca:

                      ¿Qué es la vida? Un frenesí.

                                     ¿Qué es la vida? Una ilusión

                                     una sombra, una ficción,

                                     do el mayor bien es pequeño;

                                     que toda la vida es sueño,

                                     y los sueños, sueños son..



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